Explorando la ciencia- Parte 20
Y COMPARTIR: PARA EVITAR
Hay un vieja fabula de
Esopo que cuenta la historia de un lobo quien casado de sus penurias y hambre
decide disfrazarse de oveja, engañar al pastor e ingresar al rebaño para poder disponer
de las ovejas a su gusto.
Tal como el lobo, en
nuestra sociedad existen personas e instituciones quienes usan el disfraz de la
ciencia para engañar a los incautos ciudadanos y disfrutar a su gusto de estos
y de lo que produzcan. Pero y, ¿Quiénes son estos nuevos lobos?
Mis favoritos, y aunque existen
muchos más, son estos tres: La mercadotecnia, Las campañas electorales y La
seudociencia.
No hay como una campaña
electoral (la cual en apariencia es formal e institucional) para poder apreciar
la manipulación de la información ejercida por medios y qué propagan
masivamente información que no es
necesariamente verdad, el espectador ante esto y gracias a un conformismo vota
por lo que la mayoría decida, en este caso lo que le es informado masivamente y
que se percibe como opinión de la mayoría. Yo opino que el pensamiento científico
puede ayudarnos a tener mejor democracias.
Sin embargo, las campañas
políticas no son los únicos que se valen de los medios, un experto en este tema
es la mercadotecnia cuyo fin es convencer a la gente, sin importar si es que
esto se apega a los hechos, de que el nuevo producto es mucho mejor que el
anterior que siempre funciono. Hay ocasiones incluso en que para coronar la
pantomima utilizan graficas explicadas por un supuesto doctor (ya que viste la
ropa de un doctor) quien alude a porcentajes significativos (porcentaje ¿de qué?)
obtenidas a nuevas investigaciones (¿En dónde se investigó? o ¿Cuál es el
tamaño de la muestra? ¿Los resultados son significativos?) qué concluyen que el
nuevo producto es el mejor del mercado. Pero no es acaso más sano e inteligente,
mantener una postura crítica, ante los muy eficaces intentos del mercado de
tomar nuestro dinero o es que ¿Beber un refresco nos va a hacer más feliz? o tal
vez ¿Si utilizamos cierta marca nos van a querer más?
La seudociencia, por otro
lado, nos lleva de la quizás inocente pantomima hasta el peligroso nivel de
creencia dogmática, entre los destacables ejemplos tenemos: al tarot, el diseño
inteligente y los productos milagrosos y aunque aparentemente distintos, son
muy parecidos pues todos carecen de certeza, ninguno es verificable, son muy
vagas y ambiguas( no nos dicen nada y nos dicen todo al mismo tiempo) y en distinta medida todas ellas son usadas para
los mismo fines: económicos, políticos e ignorancia,
Como vieron el lobo tiene
muchos disfraces y solo estando atentos y críticos nos mantendremos a salvo.
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