Explorando la ciencia- Parte 3


ADENTRARSE EN LA CIENCIA: UN ACTO DE PRUDENCIA.

“Doveryay, no proveryay”Confía, pero verifica.

Un último paso antes de emprender este viaje hacia la ciencia, es un ejercicio de confianza, toda vez que damos por cierto un enunciado, ley, manifiesto o simple comentario lo hacemos en base a la creencia de que es cierta, razones sobran, tenemos la reputación de quienes la enuncian (Expertos, lideres, autoridades, etc.), el medio por el que se emite (“Si lo dicen en la tele, debe ser cierto”) y finalmente la relación que tienes con quien te lo dice (Padres, amigos, parejas, etc.)

Como queda expuesto creemos en la información, cuando la escuchamos de fuentes “confiables” y se refuerza cuando esta es agradable para nuestros oídos (“Que bueno que la contaminación solo abarca una mínima parte”, pero Y ¿A qué se refiere con mínimo?)

La ciencia por otro lado, trabaja desde otra perspectiva, toma la información, confía en ella, pero la gran diferencia se da en la actitud ejemplificada en algo así: ¿Es esto verdad? ¿Cómo puedo demostrar de que es cierto?

Entonces la ciencia confía pero le añade la verificación de los datos y las fuentes, y tiene claro que busca el conocimiento y por tanto duda, esto no implica desconfianza, es un acto de prudencia, pues la ciencia comprende que no posee una verdad absoluta sobre los fenómenos, ya que la ciencia no está terminada, está en constante cambio y busca la generación de conocimiento lo más confiable posible, que beneficie a la sociedad.


Estos 3 actos en mi opinión definen a la ciencia, pero la duda nace ¿Y si dejáramos que estos 3 actos guíen nuestra vida cotidiana? ¿Qué sucedería? En el siguiente capítulo propongo algunos alcances para incorporar la ciencia en la vida cotidiana.

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